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martes, 23 de enero de 2018

Para suprimir la “Triple Paridad" que protege a las mal llamadas Islas Menores, es necesario que todos o parte de los representantes de esas islas sean traidores a su tierra y a su gente


Para suprimir la “Triple Paridad" que protege a las mal llamadas Islas Menores, es necesario que todos o parte de los representantes de esas islas sean traidores 
a su tierra y a su gente

Tras leer un escrito de Acenk Galván Lugo, hemos querido exponer nuestro punto de vista, sobre el presunto cambio que algunos interesados políticos y empresarios, pretenden hacer en la Ley Electoral Canaria.

¡¡¡Grave y gran  error!!!

Consideramos, como dice Acenk,  que la “Triple Paridad” es un auténtico monumento a la democracia; un orgullo regional por ese gran logro político que en su momento realizaron. Fue, sin duda, un acto de grandeza, que supieron y quisieron reconocer los políticos del momento  la peculiaridad y singularidad de cada isla de nuestro archipiélago y de sus respectivas poblaciones.


Se dice, por ejemplo, que el voto de un herreño vale más que el de un tinerfeño, y que tal realidad no es ni justa, ni democrática. Los que alegan tal peregrina razón, le diría que se fuesen a vivir a El Hierro con su familia, y así su voto valdría más y podrían comprobar en sus propias carnes si es necesaria o no la Triple Paridad.

¿Le dirían a un gomero o a un herreño que solo tiene derecho a diputados en función de su población, y que Tenerife y Gran Canaria van a elegir por ellos porque vive más gente?

La población y el territorio son la expresión de la organización ciudadana y no pueden desligarse la una del otro porque somos personas que vivimos en territorios estructurados de diferente manera.

Algunos políticos tiene menos inteligencia que los niños

Por cierto ha nadie se e esconde que  para suprimir la “Triple Paridad" que protege a las mal llamadas Islas Menores, es necesario que todos o parte de los representantes de esas islas sean traidores a su tierra y a su gente, y se atrevan a votar a favor del cambio de la Ley Electoral y supriman la Tripe Paridad. Sin esos votos no será posible hacerlo, pues la normativa que la regula está sabiamente protegida por la necesidad de una mayoría cualificada para poder modificarla o suprimirla.

Esperamos y deseamos que los representantes de las islas menores representantes en el Parlamento Canario no incurran en ese error irreversible, ni resulten ser unos meros poltroneros traidores a su tierra y a su gente.

Además,creemos que  ningún modelo de los que puedan aportar seria idóneo pero, sin duda, la regla de la “triple paridad” ha favorecido la integración política del Archipiélago como un todo, asegurando la representación del territorio y la población para garantizar el equilibrio y la solidaridad entre todas las islas. Este modelo, al contrario de lo que se quiere hacer creer, ha permitido que Canarias avance hasta la consecución de mayores cotas de bienestar y desarrollo para el Archipiélago.


La presencia de dos representatividades, la poblacional y la territorial, condiciona a la hora de buscar un modelo organizativo y electoral que armonice al Pueblo con el Territorio para construir Canarias con garantías de éxito, de forma que se respete tanto al sujeto político como al hecho insular y el archipielágico. Obviar alguno de estos criterios o primar uno a favor del otro supondría otro desequilibrio, tal que el remedio sería peor que el problema a resolver. Esa triple paridad se basa en el equilibrio entre los escaños a elegir por las islas mayores, entre sí (15-15); entre estas y las llamadas menores (30-30), que suman un total de 60 diputados.

Sin ningún genero de duda es necesaria una reforma electoral, pero que siga respetando el valor que la Isla representa en el conjunto del Archipiélago canario, pues cambiar sin más el sistema electoral, sin profundizar en el modelo organizativo territorial, sería desequilibrar Canarias en beneficio de las islas más pobladas y en detrimento de las islas menos pobladas, que no se sentirían suficientemente representadas en el Parlamento canario.


Esta es una simple e interesada  estrategia de los grandes partido nacionales que "empezaron a tener un monopolio en detrimento de los intereses insulares". Pero si "encima ahora se apuntan" los partidos nacionalistas y nos traicionan los diputados que las islas menores tenemos en el Gobierno de Canarias, "qué nos va a quedar a las islas menores para podernos defender". 

Se debe bajar los porcentajes de las barreras autonómica e insular
Se debe mantener la triple paridad y bajar la barrera del 6% al 3% regional y del 30% al 15% insular. 

Además consideramos que “no hay justificación alguna” para ampliar el número de diputados. De hecho, se debería reducir el número de parlamentarios hasta 48, manteniendo, eso sí, la triple paridad y no malgastando tanto dinero publico.

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