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martes, 30 de julio de 2019

Jefes de prensa Lanzarote


Para comenzar este artículo solicitamos al lector no confundir  al  portavoz de prensa institucional serio  y responsables que trabajan en muchos de nuestros organismos oficiales, los verdaderos  responsables de los departamentos de prensa  deben ser la persona que habla con todos los medios, el que da la cara, pero no tiene por qué ser ni periodista ni comunicador en sí mismo, aunque se le deban suponer ciertas dotes.

Tirando hacia abajo en el escalafón, tenemos responsables, encargados de prensa, asistentes o “el que trata con los periodistas”. 

Pero últimamente he descubierto un nuevo perfil conocido: el perro de prensa. Dicho sea, y vaya de antemano, con todo el respeto. Primero, hacia la especie canina, y sin ningún ánimo de degradarla. Y segundo, no se trata de utilizar el término “perro” como insulto o menosprecio hacia ciertos individuos, sino simplemente como recurso para ilustrar el perfil en cuestión. Ya sabemos que hay perros criados y concebidos exclusivamente para la defensa, para la lucha, para ser fieros, agresivos e incansables. Y muy fieles a su amo. Hay precedentes en el mundo, pero últimamente hemos encontrado esta figura en España, encarnada en muchos  responsable de prensa.


Hagamos un inciso para decir también que, entre los jefes de prensa y sus derivados, los hay de todo género y pelaje, ya que al fin y al cabo son personas, con su carácter y su forma de trabajar. Y lo mismo que encontramos excelentes profesionales a la vez que encantadoras personas, también los hay secos, opacos o decididamente bordes. Y no por ello dejan de ser profesionales y de cumplir muy malamente su labor. 

Pero el perro de prensa institucional es otra cosa. Desde luego, a él no le pagan por ser amable y, por lo que se ha visto, tampoco por hacer brillante, ética y profesionalmente su trabajo.  La idea que preside la estrategia comunicativa de estos personajes responsables de gabinetes de prensa  es que no todos los medios de comunicación entran dentro de la misma categoría ni merecen el mismo trato, y hasta algunos no deberían existir según el criterio muy personal de estos impresentables.

 Para los inútiles responsables de estos departamentos hay una serie de medios e informadores marcados como enemigos. Y si no salen sus jefes  en según qué sitios, pues entienden que mejor.

El único compromiso que mantiene un perro de prensa, insobornable y sin pestañear, es con su amo y señor. Lo demás le trae al pairo.

El pit bull de los medios no tiene problema en vetar a aquellos medios y periodistas que considera que no les van a seguir la corriente.


Despues de la última campaña electoral, estos jefecillos de los departamentos de prensa no ha respondido a ninguna de nuestras solicitudes, ya sea para una entrevista, para participar en un debate, para dar una opinión… O si ha contestado, incluso peor: “te tengo en cuarentena o debes esperar a que te toque” le soltó a un informador que le pidió una entrevista de su jefa. “

El “manual de comunicación” que ha elaborado estos que se hacen llamar jefe de prensa- dice claramente que “nunca hay obligación de conceder una entrevista o de facilitar información a los medios. Es más, si se trata de un medio de comunicación poco afín debe rechazarse”. Esto es censura previa y un gravísimo atentado contra la libertad de expresión y opinion.

Pero, además, es una torpeza. Supone olvidarse de que, detrás de un medio de comunicación, se le considere ideológicamente afín o no, lo que hay son lectores, oyentes, televidentes… ciudadanos, al fin y al cabo. Y aparte de su derecho a ser informados, a cualquier partido político, como a cualquier entidad con un mensaje dirigido al gran público, le interesa salir en todos los sitios para conseguir la mayor difusión.


De momento no doy lugares,ni nombre pero no tardaré mucho en darlos a conocer.

Por cierto puntualizar que gracias a Dios no todos son iguales.

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