El comercio de barrio es ese establecimiento, que cuando está en apuro te ayuda y le pagas después
Desde ZAROTE TV y MAGAZINE LANZAROTE con este artículo queremos darte buenos motivos para animarte a comprar en las tiendas de barrio y hacer un llamamiento para que apoyemos entre todos al comercio de proximidad, una seña de identidad muy importante en nuestros barrios, pueblos y ciudades.
En la constante pugna entre tradición y modernidad, el pequeño comercio, que constituye una parte fundamental del sector retail, se enfrenta en desventaja a los retos que plantean las nuevas formas de consumo y de gestión empresarial, con las grandes superficies y el comercio online a la cabeza.
Son muchas las ventajas que nos ofrecen nuestras tiendas de barrio así que no dudes en visitarlas, necesitan el apoyo colectivo para ofrecer un servicio mejor. Se trata de una lucha por la supervivencia de los valores que las tiendas de barrio representan, y es que apostar por ellas es hacerlo por la economía local, el servicio personalizado, la empresa familiar, las ciudades vivas y una menor contaminación, ¿nos ayudas?
Atención personalizada
Una de las grandes ventajas del comercio de barrio es la atención personalizada que te ofrece el tendero o dependiente. Es probable que tengas dudas sobre tu compra, por eso pregunta y explícale qué necesitas y seguro que te dará los mejores consejos. Además, a menudo el dependiente es el dueño de la tienda, incluso la persona que recolecta y cultiva esos productos convirtiéndose en todo un especialista de su género.
Nada como una buena floristería donde podrás comparar tonalidades u olores, ese farmacéutico que te aconseja qué pomada usar cuando te pica un insecto, o la chica tan amable que te aconsejó qué harina era mejor para preparar un postre.
Por otro lado, te acostumbrarás a preguntar e informarte y así saber diferenciar cada producto, aprenderás a relacionarte y, seguramente, acabarás teniendo una experiencia de compra agradable llegando a casa con una gran sonrisa.
Mejora la economía local
Comprando en estos comercios estarás apoyando a los ganaderos y agricultores que trabajan directamente con las tiendas donde proveen productos frescos y de calidad.
Si este tipo de comercio muere con la proliferación de las grandes superficies, muchas personas perderían su empleo y nosotros perderíamos el cultivo fresco y de calidad que disfrutamos todos los días y que no solemos encontrar en las grandes cadenas.
Además, muchos de los productos generados en nuestra economía local pueden tener el certificado de comercio justo, garantizando que ningún trabajador ha sufrido injusticias en la producción o distribución de los mismos.
Protege la empresa familiar
Cuando hablamos de que el comercio de proximidad sigue un modelo tradicional también hablamos, en muchos casos, de tradición familiar; es decir, pequeños comercios que van pasando de padres a hijos con los conocimientos de una larga trayectoria; muchos de ellos aun gremiales. Este tipo de modelo está hoy en día en peligro de extinción, ya que el tema de la sucesión dificulta su continuidad.
La empresa familiar en Canarias y Lanzarote (que representa el 90% de las sociedades mercantiles) suele estar constituida por comercios que aportan valor al tejido económico y dejan huella cuando echan el cierre. Pero no solo dejan huella, sino que hay que tener en cuenta que el 70% de los empleos del sector privado proceden de la empresa familiar, siendo una fuente valiosa de empleo por la que hay que seguir apostando.
Reaviva los centros urbanos
Seguro que has pasado por una zona de tu barrio donde antes la gente pasaba la mañana haciendo sus compras o paseando y ahora se ha convertido en una zona residencial. Es importante no perder la esencia comercial de los centros urbanos para que esas tiendas que tanto nos ayudan no echen el cierre.
Caminar por las calles de tu barrio encontrando todo lo que necesitas a un paso es un placer que deberíamos de valorar mucho más.
Menor contaminación
Al desplazarnos por el barrio a pie sin necesidad de utilizar coche estamos reduciendo la contaminación en nuestras ciudades y, por lo tanto, estamos apoyando el comercio sostenible y ecológico.
Por otro lado, muchos de los comerciantes minoristas apuestan por el producto local, de modo que no es necesario que la mercancía realice largos trayectos desde otros países reduciendo así considerablemente la contaminación. Además, se reducen también los residuos plásticos derivados de los embalajes protectores.
Si es cierto que muchos de los pequeños comercios están en proceso de adaptación a los nuevos tiempos y a la digitalización. La tecnología es una herramienta todavía infrautilizada y que puede ayudar a impulsar y renovar este tipo de negocios.
Herramientas informáticas como un software TPV y de gestión de stocks que te ayudará a optimizar márgenes y la relación con proveedores, uno de facturación que te ayudará a gestionar y documentar de una forma sencilla tus ingresos y gastos, las redes sociales como herramienta de captación y fidelización de clientes; sin olvidar la importancia de tener una página web, especialmente si se decide dar el salto al mundo online y el comercio electrónico.
Y es que también un pequeño comercio no solo puede, sino que debe, tener una estrategia empresarial, eso sí, adaptada a su tamaño.
Comercio Electrónico, ideal para autónomos
Los pequeños comercios locales deben protagonizar la recuperación de la ciudad viva, segura, amable, multifuncional, comercialmente justa, socialmente equitativa, culturalmente diversa y generadora de empleo estable local. ¿De verdad merece la pena ahorrarse unos pocos euros sacrificando un producto mejor y una atención personalizada?
Por todo ello, desde la Ciudad de Arrecife- Lanzarote, os animamos a apoyar a estos protagonistas insustituibles que dan vida al barrio y a reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y sobre nuestra responsabilidad a la hora de contribuir a la generación de riqueza.
Los comercios de barrio repercute directamente sobre ti.
Consumir en los comercios del barrio es una buena fórmula para contribuir a la recuperación local. El dinero que invertimos en las tiendas de nuestro barrio sigue circulando por el mismo contribuyendo a la prosperidad económica de nuestro entorno más próximo. Ese beneficio, revierte en nuestro favor redistribuyéndose a las personas y familias cercanas. Nuestro estado de bienestar y calidad de vida, crecerá de forma sustancial al activar el consumo, ya que comprar en las tiendas locales es invertir en ti mismo. Así que alegrémonos por el bien del vecino porque su bien es nuestro bien.
Generan empleo
El tejido empresarial de España está constituido por Pymes, además, resulta sorprendente que las empresas que más trabajadores contratan son las tiendas, restaurantes, bares y pequeños negocios de barrio, que paralelamente, son las que más sufren la crisis al no poder competir en igualdad de condiciones con las grandes superficies.
Dan identidad al barrio
Las tiendas y comercios locales como ya hemos dicho animan la vida cotidiana, dan ambiente y personalidad a las calles y las llenan de gente convirtiéndolas en zonas transitadas. Contribuyen a la vitalidad y a la mejora del barrio. Pasear por un barrio con un comercio rico es ver escaparates, sorprenderse con las actividades e iniciativas organizadas por los comerciantes, etc. Hay que reconocerles una importante labor, que es la contribución a la seguridad de nuestras calles, a mantenerlas limpias, llenas e iluminadas. Sin comercios, los inmuebles se degradarían, y los barrios serían desiertos.
Son tus vecinos
Son personas relacionadas con el barrio, vecinos, amigos y algunos de ellos lo son además desde hace varias generaciones. Gente a la que conocemos, saludamos por su nombre, gente que tenemos cerca y a la que nos encontraremos día a día. Personas que emprenden y arriesgan y contribuyen a humanizar la ciudad.
Calidad, calidez y trato
El comercio local cuida y mima cada producto que ofrece. Una pequeña tienda solo venderá productos en los que el dueño cree y está seguro de su calidad, productos que él mismo compraría. Nos está empezando a sorprender el hecho de que los tomates sepan a tomates, que el menú del día no se componga de comida recalentada o que el último jersey que compramos no tenga pelotillas en dos lavados.
El pequeño comercio es confianza y trato personalizado. Detrás del mostrador, nos encontramos un auténtico especialista que podrá aconsejarnos sin prisas, cuyo conocimiento y atención aportan un valor añadido al simple acto de comprar. Nos conoce y le conocemos, es nuestro vecino y confiamos en él. Sabes que te dará lo mejor porque quiere volver a verte.
Desfavorecidos por las leyes
Los consumidores debemos ser conscientes de las dificultades del pequeño comercio para competir en igualdad de condiciones con las grandes superficies. Hacen falta más leyes que les amparen; medidas que regulen cuestiones como el horario, los impuestos, la concesión de licencias, ayudas y subvenciones para el desarrollo de actividades y oficios tradicionales a punto de desaparecer; en definitiva, una ley de comercio y una política de ordenación comercial que tenga en cuenta el importante papel económico y social que desempeña el pequeño comercio.
Lugares de encuentro
El contacto en los negocios locales fortalece las relaciones entre vecinos y los convierte en centros receptores y difusores de información vecinal, lugares de encuentro y tertulia, ya que bajar a la tienda siempre es una ocasión ideal para ponerte al día de lo que está pasando en el barrio. Tienen además una gran repercusión en las personas mayores que agradecen un trato directo y familiar con el comerciante.
Compromiso
Consumir en el pequeño comercio supone una elección, quizá más profunda de lo que nos hayamos parado a pensar. Ir de compras es una de nuestras actividades cotidianas, en la que los ciudadanos tenemos a nuestro alcance una herramienta fundamental de cambio social: el consumo. Como consumidores, último eslabón del sistema económico, tenemos una responsabilidad, pero también tenemos un poder, podemos influir en la marcha de la economía y del mundo de una forma directa. Tenemos la oportunidad de utilizar nuestro criterio de decisión de acuerdo a nuestras convicciones y promover la construcción de la sostenibilidad, a través de nuestros patrones de compra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario