LOS BUITRES DE LA HACIENDA PÚBLICA ATACAN A LA FAMILIA
¿Quién es Hacienda para controlar un dinero que es mío?
¿Quién es Hacienda para decirme cuánto puedo dar a mis hijos o a mi familia?
¿Quién es Hacienda para vigilar mis datos económicos y bancarios?
¿Quiénes son los bancos para informar de mis movimientos privados?
Ayudar a los hijos no es un delito.
Regalar dinero a la familia no es fraude.
Comprar una vivienda para un hijo no es blanqueo.
Sin embargo, Hacienda trata a las familias como sospechosos permanentes. Persigue transferencias, vigila cuentas, impone modelos, multas y sanciones, presuponiendo culpabilidad donde solo hay apoyo familiar.
Dicen luchar contra el fraude, pero castigan a padres que ayudan a sus hijos en un país con la vivienda imposible y los sueldos asfixiados.
Dicen proteger el sistema, pero invaden la intimidad económica de ciudadanos honrados.
El dinero ya ha tributado.
El esfuerzo ya ha sido pagado.
La familia no es una empresa criminal.
No aceptamos que el Estado actúe como dueño del patrimonio privado.
No aceptamos que se fiscalice el amor familiar.
No aceptamos que ayudar a nuestros hijos sea tratado como delito.
MI DINERO ES MÍO.
MI FAMILIA NO SE TOCA.
AYUDAR A MIS HIJOS NO ES UN DELITO.
Esto no es justicia fiscal.
Es abuso de poder.

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