El pasado lunes comenzo una campaña de recogida de firmas por "un baremo justo para los discapacitados".

El ayuntamiento de Arrecife, a través de la Resolución 2020-376, ha autorizado una recogida de firmas en la calle León y Castillo (junto al Cabildo viejo) para protestar "por la tremenda injusticia" que suponen los baremos para discapacitados en Canarias.

Dicha campaña comenzó desde el pasado lunes 3 hasta el sábado 8 de febrero, y se pretenden trasladar las firmas al Gobierno canario y al Ministerio de la Seguridad Social, debido al "sospechosamente diferente modo de tratar los baremos en Las Palmas y Madrid".

Y es que según denuncian, "se están usando las revisiones para bajar los porcentajes de discapacidad, que NO se rebaje la graduación cuando se sigue en la misma situación, especialmente en lesiones permanentes, sea que hagamos referencia a minusvalías, incapacitados o discapacitados sean psíquicos, físicos, intelectual, auditivo... en todas sus categorías".

El ejemplo más sangrante es el que ha sufrido el ciudadano José Manuel Megolla Rodríguez, que ha denunciado las "injusticias del Tribunal Médico de Las Palmas", que de un plumazo le "han reducido" el 55% de DISCAPACIDAD PERMANENTE que le reconocieron desde hace años en Madrid, "a un 37%". Todo ello pese a que le han diagnosticado recientemente "una grave lesión de columna" en el Hospital 'Doctor José Molina Orosa', que le ha provocado la "baja por incapacidad temporal".

Tal y como explica el afectado, "tengo revisión médica por agravamiento. Tengo 55% de discapacidad permanente NO REVISABLE por mejorías, ya que son de por vida. Con los nuevos problemas de columna que no me permiten hacer una vida normal, no puedo realizar ningún trabajo. Estoy de baja por incapacidad temporal, por lo que me veo en un estado de pobreza viviendo en condiciones deplorables". Añadiendo que "tengo un 55% permanente de por vida más un 33% aproximadamente por la columna. Y ahora, de repente, en Canarias me dan un 37%... En vez de sumar, me restan.

El propio Megolla, que tiene que malvivir en su coche (hasta que la financiera lo embargue), con lágrimas en los ojos y mostrándonos las graves lesiones en sus manos, asegura que "me levanto, lucho, hago todo lo posible para poder vivir. No me quedo quieto. La cuestión es que la lucha no es justa. Cuando crees ver algo de luz, te dan nuevos palos". 

La Verdad de Lanzarote