En estos días han sido muchos los personajes que han aprovechado la fecha del Centenario del nacimiento de César Manrique, para sacarse falsamente la foto de rigor e intentar quedar bien de cara a la galería.
La hipocresía hizo y hace gala y acto de presencia en los distintos eventos que se celebran, algunos de los que poco o nada quisieron en su momento a este artista se “juntan” en un mismo recinto para montar la obra teatral de apreció por este artista, aunque tenemos que reconocer que a estos actos también acuden personas con sentimientos reales que han respetado siempre la figura de César.
Pero nosotros somos de los que pensamos que el sentimiento hacia una persona se lleva en el corazón, es por lo que, no consideramos necesario hacerlo publico.
A César Manrique lo conocí estando con Pepe Dámaso en el Almacén siendo yo muy joven tenia apenas 18 años en ese momento era Presidente de una asociación juvenil denominada " Meca", Cesar diseño el logotipo de la misma.
Fueron muchos los momentos que pase hablando con el en la barra del Picaso sobre diversos temas, discutíamos sobre las formas de proceder y actuar del colectivo juvenil y nos daba su punto de vista, aún así, siempre nos respeto.
Recuerdo que se metía constantemente con mi pelo largo y me pedía que me lo cortara cosa que nunca hice hasta muchos años después.
Realicé dos exposiciones fotográficas personales en el Almacén gracias a la inestimable ayuda de César.
Puntualizar que a lo largo de mis 63 años de vida he tenido el placer de conocer de forma personal a muchos valores de esta isla con los cual he compartido conversación, he conocido sus obras, su forma de pensar y realizar las cosas, como son entre otros D.Guillermo Tophan, D.Rafael Stingas, D.Braulio de Leon, D.Agustin de la Hoz, D.Candido Aguilar, D.Jesus Soto, D.Cesar Manrique, D.Leandro Perdomo.D.Agustín Acosta, D.Aurelian Montero Gabarron etc....De todos ellos aprendí algo, pero Cesar dejo huella en mi persona por su rebeldia, su constante y arrolladora energía, su capacidad de lucha, por la libertad de su lenguaje con su potente voz, por el amor a su tierra, por su humildad y sencillez y total apertura a todos los escalafones sociales.
Pero llego el momento en que nos fuimos alejando del lugar y de César cuando este se fue acercando a determinados “personajes” que no eran de nuestro agrado, pues sabíamos que los recién llegados eran unos “trepas”, el paso del tiempo nos demostró que realmente estos eran unos vividores que se aprovecharon de la figura y popularidad de este genial artista, la prueba está vigente.
De César Manrique podría hablar muchisímas cosas; pero he aprendido a ser respetuoso con la historia de los demás y las cosas buenas o malas siempre las he guardado en el baúl de los recuerdos.
César fue materia perfectamente integrada a su habitat natural, Lanzarote era y es parte de su vida, motivo por el cual necesitaba transformarla, adosarla y protegerla hasta convertirla en un maravilloso paraíso, para ser admirado por propios y extraños.
César y Lanzarote era una misma cosa. Vaya desde estas líneas mi mas humilde recuerdo a la figura: de quien para mi, fue una gran persona, que lo dio todo por su tierra " hasta la propia vida".
Antonio Leal Aguilar
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