No tenía claro si escribir sobre Encarna Páez, ya que en estos momentos de precampaña empiezo a estar un poco saturada del tema político y porque hay ciertos responsables institucionales que le falta humildad y le sobraba prepotencia, lo puedo decir porque lo he sufrido en primera persona en muchas ocasiones.
Pero Encarna Páez es diferente, distinta, es una política cercana al pueblo, es sencilla y humilde.
«El secreto de la sabiduría, del poder y del conocimiento es la humildad».
Ernest Hemingway
La política tradicional jamás se ha caracterizado por ser un terreno fértil para la humildad.
La humildad y sencillez en la clase política debe comenzar a recuperarse porque es una virtud que los ciudadanos valoran, y mucho. La concejal de festejos del Ayuntamiento de Arrecife Encarna Paez, por ejemplo, ha logrado convertirse en el barrio de Valterra por su forma de proceder y comportarse en un ejemplo de austeridad, por su carácter campechano, por su sencillez, por su humildad, por su lucha y por su capacidad de trabajo. Tanto es así que ha sido definida en varias ocasiones en las Fiesta de Valterra como la «Concejala del Pueblo ». Quizá, por esta misma razón, en este popular barrio marinero se convirtió en una política valorada, querida y respetada. La sencillez de Encarna no es un posado, ya que en sus apariciones públicas se ha convertido en una casi militante de la humildad. Es auténtica, y conmueve por ser sincera.
Encarna Páez, durante muchos días festivos estuvo junto al pueblo de Valterra mañana, tarde y noche compartiendo con los vecinos, trabajando, disfrutando, divirtiéndose y luchando de forma incansable con otras personas para intentar conseguir que está fiestas marineras del Nuestra Señora del Carmen se realizarán.
Quienes toman posesión de un servicio público, debe hacerse estas dos preguntas: ¿Amo a mi pueblo para servirle mejor? ¿Soy humilde y oigo lo que dicen todos los otros, las diferentes opiniones para elegir el mejor camino?».
La humildad, como actitud para liderar
Decía Marco Tulio Cicerón: «Cuanto más alto estemos situados, más humildes debemos ser».
Muchos afirman que la austeridad y la humildad se han vuelto meros recursos de la comunicación política. Pero, bajo mi punto de vista, los liderazgos humildes son la respuesta a una demanda creciente de la ciudadanía que busca más ética y compromiso y que sea un ciudadano más sin arrogancia y prepotencia.
Encarna Páez mil gracias por el trabajo realizado en Valterra.
¡Viva la Virgen del Carmen!
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