HOMENAJE A LAS VICTIMAS
DEL CRUZ DEL MAR EN ARRECIFE
El 28 de Noviembre de 1.978,
sobre las siete y treinta de la tarde, fue volado el motopesquero canario “
Cruz del Mar “ en el Banco pesquero canario-sahariano, a dos millas y media de
punta “ El Cabiño “ ( Sahara Occidental ). “ Nueve hombres y un niño fueron
obligados a ponerse en fila arrodillados, como si fueran vulgares bandoleros “.
“ De pronto, sin aparente razón alguna, aquellos extraños hombres llegados de
su íntimo mar, del que les daba su sustento diario, comenzaron a disparar sus
ametralladoras sin misericordia; entonces, el pacífico barco pesquero canario “
Cruz del Mar ”, aquella bendita estructura que tanta laboriosidad y honestidad
conocía, se convirtió, sin nadie imaginarlo, en un absurdo sitio para
morir...“. Siete de sus tripulantes fueron vilmente asesinados y lograron
escapar tres de ellos de tan execrable acto. Hoy se cumple treinta y cinco años y todavía los culpables no han
pagado su delito.
PREFACIO: EL CRIMEN
Lugar: Banco pesquero
canario-sahariano
Embarcación: Cruz del Mar
Labor: Pesca
Situación: Dos millas y media de
punta El Cabiño, Sahara Occidental.
Fecha: 28 de noviembre de 1978
Hora aproximada: siete y treinta
de la tarde
Los ojos de los pescadores se
fijaron en la lancha rápida neumática, del tipo Zodiac, que se acercaba a su
barco a toda velocidad, y aunque algunos presintieron algo desagradable, todos
se mantuvieron serenos y confiados.
¿Por qué iban a tener problemas
unos humildes y honrados pescadores canarios como ellos, que faenaban a casi
tres millas de la costa, con el único fin de ganarse su sustento y el de sus
familias?
La lancha se acercó al “Cruz del MAR”, hasta que ambas estructuras estuvieron casi pegadas y varios hombres armados de ametralladoras, subieron a la cubierta, mientras otros quedaban a timón.
Los recién llegados fueron recibidos con amabilidad por los pescadores, quienes les ofrecieron comida y cigarrillo; luego de un intercambio de palabras aparentemente cordiales, los miembros del comando que vestían ropas de buzos y hablaban en español y árabe indistintamente, cambiaron de actitud y amenazaron con sus armas a los sorprendidos tripulantes del pesquero canario.
Nueve hombre y un niño fueron obligados a ponerse en fila arrodillados, como si fueran vulgares bandoleros; una inspección – pensaron algunos de aquellos humildes hombres del mar,- nada sucederá, es simple rutina, se consolaron otros, pero inevitablemente se alarmaron cuando algunos de los recién llegados, con violencia inusitada, comenzaron a despojarlos de sus relojes, cadenas, anillos u otros objetos de valor.
¿Qué locura es esta?, ¿porqué nos quitan nuestras prendas?, ¿por qué las guardan?, pensaron todos a la vez, De pronto, sin aparente razón alguna, aquellos extraños hombres llegados de su intimo mar, del que les daba su sustento diario, comenzaron a disparar sus ametralladoras sin misericordia; entonces, el pacifico barco pesquero canario” cruz del Mar”, aquella bendita estructura que tanta laboriosidad y honestidad conocía, se convirtió, sin nadie imaginarlo, en un absurdo sitio para morir…
Hoy se cumple 35 años de las
muertes y hoy se inaugura la escultura en recuerdo a estas víctimas en la
entrada del Muelle de Puerto de Naos.
No podemos bajo ningún concepto
permitir que se cuelguen medallas a quienes realmente no les pertenece por el
simple hecho de haber diseñado o abonado una escultura que es una mínima parte
de un gran proyecto por el cual ha estado luchando Titeroygakat durante más de
veinte años.
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