«Nadie debería morir solo, ni con Covid ni sin Covid»
Uno de los elementos más devastadores de la pandemia de coronavirus ha sido la incapacidad de cuidar personalmente a los seres queridos que se han enfermado, determinación está que fueron tomada por seres humanos y que atentan contra la libertad individual de la personas de poder determinar que actitud tomar ante éste tipo de situación.
Una y otra vez, los familiares en duelo han relatado cuán más devastadora fue la muerte de su ser querido porque no le pudieron tomar la mano para brindar una presencia familiar y reconfortante en sus últimos días y horas.
Algunos tuvieron que decir su último adiós a través de la pantalla de un teléfono móvil que sostenía un trabajador sanitario. Otros recurrieron al uso de walkie-talkies o a saludar a sus familiares a través de las ventanas.
¿Cómo se puede superar el dolor y la culpa abrumadora que surgen cuando se piensa en un ser querido que muere solo?
Morir solos, es una doble condena por coronavirus a la cual bajo ningún concepto se puede someter a nadie.
Debe ser un derecho inalienable, la posibilidad de que las personas en situación de final de vida estén acompañadas por miembros de su entorno afectivo es un reflejo del respeto y valor que, como sociedad, tenemos de la propia vida y de la dignidad inherente a todas las personas.
Desde hace dos años los enfermos del supuesto Covid y sus familiares experimentan la terrible experiencia de la separación y la falta de contacto humano. Esta situación llega a su culminación si el paciente fallece en terapia intensiva.
“La idea de no poder decir adiós me duele más que la muerte misma”
El dilema entre cuidar la seguridad de los familiares para que no se contagien y respetar el derecho del paciente a decidir sobre sus momentos finales deber ser de libre determinación de cada ser humano. Se debe acabar con la determinación de aquellos hospitales que impiden las visitas familiares a personas internadas con COVID-19 más de un marido, hijo y familiar siente una gran impotencia al no poder decirle adiós a su padre o su madre o al familiar. Las secuelas psicológicas que produce dicha situación comienzan a verse en todas partes.
Ante esta situación, que está generando mucho daños traumáticos a largo plazo, los centros de salud deben empezar a diseñar protocolos para permitir un acompañamiento familiar en los últimos días de vida.
No dejen de ver éste importante vídeo.
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Los enfermos de Covid y sus familiares experimentan la terrible experiencia de la separación y la falta de contacto humano. Esta situación llega a su culminación si el paciente fallece en terapia intensiva.
¡Ni un solo enfermó más de Covid solo! ¡Ni un fallecimiento más de Covid solo!"Denuncia judicialmente y públicamente tan lamentable situación para evitar que siga ocurriendo"
Si no estás conforme con el diagnóstico médico y creé que se cometieron errores exige por ley que realicen autopsia para comprobar de que falleció realmente.
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