viernes, 19 de mayo de 2017

Sindicatos y partidos políticos acercan posturas sobre el futuro de la sanidad canaria

Sindicatos y partidos políticos acercan posturas sobre el futuro de la sanidad canaria
En la reunión mantenida en el día de ayer, 25 de abril, los sindicatos más representativos de la sanidad en Canarias (CCOO, UGT, CEMSATSE, Intersindical Canaria y SEPCA) han planteado a los grupos parlamentarios de la Cámara Autonómica la necesidad de alcanzar a medio plazo un Pacto Social por la Sanidad que permita ofrecer los máximos niveles de calidad y eficiencia en la prestación del servicio, al tiempo que sirva de garantía de la continuidad del mismo ante eventualidades futuras.
Un momento de la reunión
Un momento de la reunión
A la reunión asistieron, aparte de los sindicatos arriba mencionados, los portavoces de los grupos parlamentarios Nacionalista, Socialista, Popular, Nueva Canarias y Podemos. El representante del Grupo Mixto excusó su ausencia por cuestiones de agenda. También asistió el partido político Ciudadanos.

Tras la fijación de posturas de las distintas partes, y el debate suscitado en torno a ellas, pudo finalmente constatarse la existencia de un amplio consenso en torno a cuestiones básicas, que puede servir perfectamente de punto de partida para la construcción de un programa de actuación que finalice en la rúbrica de un Pacto Social por la Sanidad avalado por el Parlamento de Canarias, objetivo declarado del máximo interés por todos los participantes.

Entre los puntos de coincidencia, destacan los siguientes:

Necesidad de un presupuesto suficiente para la sanidad, basado en el gasto real del sistema y no en la presupuestación inicial del mismo. Este aspecto se considera básico y esencial para poder desarrollar cualquier otro aspecto de mejora.
Esquemas de gestión consensuados y de la máxima transparencia, con canales de participación adecuados, así como de control en sede parlamentaria.
Gestión profesionalizada de los servicios sanitarios. Acabar con la inercia de que al cambio en la titularidad de la Consejería de Sanidad le debe seguir un cambio de gestores por otros más afines políticamente, en muchísimas ocasiones sin cualificación técnica apreciable.
Los dos puntos anteriores deberían servir para apartar a la sanidad pública de la pugna partidista -no del debate político, que es necesario e irrenunciable-, de tal modo que la sanidad no pueda utilizarse, sin generar rechazo social, con fines cortoplacistas o para el interés particular de una determinada opción política.
Revisión de la política de conciertos, en el sentido de acomodarlos todos a la legalidad vigente, de acometerlos sólo cuando la sanidad pública haya explotado todas sus potencialidades, de introducir criterios de calidad en los centros concertados y de fiscalizar los mismos mediante inspecciones periódicas.
Recuperación paulatina de los derechos perdidos por los trabajadores a lo largo de estos años, para ello se activarían las distintas mesas de negociación con la Administración.
Actuar según una secuencia de prioridades, determinando qué hacer en primer lugar y qué debe quedar para acciones futuras, siempre intentando el máximo consenso y participación.

Los puntos arriba señalados son base suficiente para empezar a andar por la senda de la recuperación de la sanidad pública que todos deseamos. Con esas premisas, los sindicatos expresaron su intención de entrar en la negociación que la Consejería les propuso en la última reunión de la Mesa Sectorial de Sanidad, al objeto de alcanzar un compromiso de gestión que se pueda incorporar a los presupuestos de 2018, ya que estimamos que la lucha por la suficiencia presupuestaria es la que debe darse en primer y principal lugar. Esta negociación, y el resultado al que se llegue será, en la opinión sindical, el punto de partida, en lo concreto, del camino que hay que recorrer hasta alcanzar ese Pacto por la Sanidad, para llegar al cual hay que saber superar tramos de negociación y componer la secuencia adecuada de acciones, también en lo concreto.

Existiendo amplio acuerdo, pues, en los elementos básicos que formarían un esquema de unidad de acción, queda por acordar los pasos concretos que deben darse hasta llegar al objetivo propuesto. En otras palabras, queda por diseñar una estrategia de actuación que permita priorizar, y secuenciar en forma de cronograma, las acciones a emprender. Para esta labor sindicatos y grupos políticos nos hemos emplazado a una segunda reunión, a realizar durante el mes de mayo.

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